Quiero dejar de verlo pero no puedo, y me sigo aburriendo y sigo puteando. Nuestro objetivo es desterrar de la faz de la tierra al niembrobilardismo para que el fútbol deje de ser una mierda.
martes, 30 de agosto de 2011
Victoria cómoda antes del primer test serio
domingo, 28 de agosto de 2011
Biografías no autorizadas: hoy, Julio Ricardo
viernes, 26 de agosto de 2011
El cataclismo de River explicado en palabras de 4 o menos letras
jueves, 25 de agosto de 2011
Peligrosa ampliación del vocabulario enemigo
Desde este espacio queremos advertirle a todo aquel aficionado de la número cinco que consume semana tras semana todo aquello que brota del juego mismo, una peligrosa ampliación del vocabulario de la prensa niembrobilardista.
Aquí les dejamos algunos de los tantos vocablos que estos soldados al servicio de Satán utilizan para subsumir al devoto hincha a su nefasta doctrina. A fin de que nunca más sean engañados por los inescrupulosos métodos de estos infames seres, abajo les contamos el verdadero significado que estas palabras esconden.
Calificativos aplicados a un entrenador:
Trabajador: defensivo.
Honesto: cagón.
Serio: defensivo, mezquino y cagón
Calificativos aplicados a un equipo
Ordenado: muy defensivo
Equilibrado: ultra defensivo con un grandote arriba.
Solidario: ocho defensores y dos matungos arriba. Aquí todos pegan patadas. De ahí lo de solidario
Sabe lo que quiere: cuida mucho su culo y apuesta a la pelota parada.
Inteligente: hace tiempo, esconde pelotas, se turnan para pegar para no recibir amarillas
“Este no es un típico equipo brasileño eh… le agrega orden, disciplina, trabajo, solidaridad…”
Con esta frase, el maquiavélico señor de pelo blanco y bigote negro en realidad nos quiere decir “peguemos patadas y tirémosla para arriba”.
Dejá Fox Sports, volvé con tu novia.
domingo, 21 de agosto de 2011
Con la chapa de otros años
viernes, 19 de agosto de 2011
Volvió el fútbol
La semana estuvo cargada de sospechas sobre la renuncia del actual entrenador xeneize. Por si el conjunto boquense no lograba una abultada victoria, la prensa ya tenía el dedo acusador sobre el culpable de siempre: Juan Román Riquelme. Dirían que estaría peleado con el técnico, que habría confabulado con sus amigos Lucas Viatri y Clemente Rodríguez para que el equipo perdiera y de este modo JCF estuviera contra las riendas. Alegarían una desestabilización del vestuario por la falta del líder positivo (concepto curioso si los hay) que supo ser (siempre según la prensa) el gran Martín Palermo, etc.
Sin embargo el fútbol, dijo presente, y cuando utilizo el término ‘fútbol’ el procesador de texto me sugiere el sinónimo ‘Juan Román Riquelme’.
- Primer gol - El director de orquesta
Desde el comienzo el 10 comandó la batuta ofensiva del cuadro azul y oro. Atacar por la derecha, atacar por la izquierda, volver para atrás, tocar al medio, dame que te doy, tomala vos dámela a mí. Román se movió como pez en el agua a lo largo y a lo ancho del campo haciendo jugar a todos sus compañeros. El gol apareció al minuto de juego mas no en la primera jugada, la apertura del score llegó como consecuencia de varios toques y de un equipo que presionó en campo rival, moviendo a sus jugadores de modo tal que Clemente aparecera en posición de wing izquierdo, Román desbordara, Erviti pisara el área y Viatri definiera. Desde allí hasta el final del primer tiempo la orquesta siguió ejecutando su pieza, su líder siguió dirigiendo, y algunos solistas –Clemente- tuvieron sus compases para lucirse.
- Segundo Gol – La pausa
Aquí el crack xeneize nos enseña otra de sus características: la pausa. Esa que tan difícil resulta observar en otros jugadores del fútbol mundial. En esta oportunidad, el topo gigio apareció por la izquierda tras el recupero de Viatri y cuando cualquier otro jugador hubiese encarado y descargado hacia la derecha, él avanzó con su marca registrada: pelota dominada y cabeza levantada, esperó que el recientemente ingresado Colazo le pasara como una ráfaga de aire fresco por su costado, y le sirvió la pelota para que este tirara el -nunca bien ponderado- centro atrás para que el nombre de Lucas Viatri se escribiera nuevamente en el marcador.
Párrafo aparte merece el pase de Román. Con pequeñas somos testigos de su grandeza. El pase en esa circunstancia no se realiza al pie y tampoco se le da el pase al jugador para que este encare al defensor rival. Se espera al compañero en busca de una superioridad numérica y se le da el balón a la carrera para que este toque el balón sin necesidad de dominarlo, precisando de un solo tiempo para ejecutar la jugada deseada.
- Tercer Gol – La pegada
Su exquisita pegada quedó registrada en el tercer gol –golazo- que marcó el club de la ribera. Un observador agudo no sólo se queda con esta destacada característica sino también con la pausa que el jugador realiza antes de patear. La jugada se desarrolla con un ataque por la derecha que Pablo Mouche –pronúnciese Mush- cambia modifica al ver al 10 solo por la izquierda. Nuevamente el hincha promedio pedirá una corrida fenomenal y un disparo fortísimo al cuerpo del arquero. ¿Qué se observa? Román toma el balón, y haciendo gala total y absoluta de su cosmovisión, observa que dos defensores alcanzarán a cubrir el remate al segundo palo. Por ello, espera. Espera. Ya sabe que dos jugadores xeneizes le pasarán por la izquierda, que otro correrá hacia el centro del área, que los defensores rivales, tentados por los movimientos ofensivos de sus compañeros se abrirán. Y ahí, justo en ese momento, ni antes ni después, acaricia el balón y lo acomoda mágicamente junto al poste izquierdo del portero rival.
- Cuarto Gol – Tiki tiki
Cansados estaremos del juicio niembrobilardista-bielsista del pase intrascendete. Estos lo desprecian por distintas razones, pero lo desprecian al fin. Numerosas veces habremos escuchado los calificativos lento, horizontal, débil, etc. Román para Colazo, Colazo-Román, Román-Colazo, Colazo… Golazo.
Resulta difícil ver dos pases seguidos entre dos mismos jugadores en el fútbol vernáculo. ¿Por qué? Sencillo. Dogma Niembrobilardista: Reventarla y buscar el error ajeno para alcanzar la victoria. Premisa Bielsista: el pase es válido, pero siempre para adelante.
Este gol es un ejemplo de cómo los -mal llamados- pases intrascendentes abren nuevos espacios, de cómo desacomodan defensas rivales, y de como le otorgan confianza al jugador, al sentirse en pleno contacto con el balón y al ver que puede construir una jugada con un compañero. Confianza que lo hace patear desde 25 metros y clavar un verdadero colazo, digo golazo.
Por más funciones. Hasta la próxima.
jueves, 18 de agosto de 2011
Algo
jueves, 11 de agosto de 2011
Crisis en San Lorenzo
http://www.infobae.com/notas/599189-Hillary-pidio-a-China-India-y-Rusia-que-aumenten-la-presion-sobre-Assad.html
Suponemos que la influencia del fan cuervo y exembajador imperial James Cheek estaría directamente relacionada con este viraje en la política exterior (aunque el susodicho ya haya muerto). Ampliaremos
Mercado de pases: ay, River
martes, 9 de agosto de 2011
Los peores 90 minutos de mi fin de semana.
Un tímido Sol de mediodía le hacía las veces de prólogo a un nuevo domingo futbolero. Un exquisito perfume de achuras, embutidos y bestias asadas a la parrilla alcanzaba la categoría de suculenta entrada para el plato principal que constaría de –tal cual fue alguna vez descripto- veintidós hombres corriendo detrás de un balón. Sin embargo, víctimas de la mercantilización y el desembarco de los medios masivos en el deporte, se nos acostumbró desde hace algunos años que el plato principal también puede ser merienda y por qué no, cena. Siguieron los mates pues, y cerca de las 6.30 el partido comenzó, la presencia deJuan Román Riquelme ilusionaba, renovaba las esperanzas de poder contar con un buen partido, con algunas jugadas destacadas, o mínimamente con tres pases seguidos.
Antes de que el match diera inicio vivenciamos el primer revés: fuimos sometidos al discurso oficialista del alcahuete de Viamonte número uno: Lázaro Liberman. Si alguien festejó la caída de TyC celebrando la exclusión de Macaya del torneo vernáculo, probablemente su postura se haya modificado rápidamente ante la presencia de este nefasto… ¿Ser humano? Pero no sólo no ligamos con el relator, su acompañante resultó ser el impresentable Julio Ricardo, que está en discusión si es un espectro o un fantasma, pero decididamente no se trata de un ser humano.
Comenzaba el partido nomás. Tímido ataque de Olimpo. Clara situación de gol según el comentarista. Sería todo para el local hasta mediados del segundo tiempo. Minutos más tarde, clara situación de gol para la visita. Primera jugada asociada, Román la abre para Clemente, este desborda y Cvitanich lo pierde en el área chica. Claro penal ignorado por el árbitro y la prensa oficialista. El comentarista siempre los ignora, pero esta vez también lo ignoró quien suele hacer mover al viejo (lady) gagá.
No hubo más en el primer tiempo. Insaurralde revoleó por el aire cualquier objeto de forma esférica que se le cruzó por delante, incluso la cabeza de un rival, el cual tuvo que ser reemplazado y cerca estuvo de ser hospitalizado. Y Erviti, el niño mimado del entrenador xeneize más defensivo en años, perdió la pelota casi las mismas veces que su compañero la revoleó. Por su parte, el temible Olimpo, equipo que cosechó innumerables elogios de la prensa niembrobilardista por su ‘juego inteligente’, demostró ser un equipo que propone partidos del ‘tipo A’ (ver post anterior), y que fue catalogado como un ‘gran equipo’ tras obtener una serie de resultados favorables de forma casual.
Sale el equipo a la cancha tras el segundo tiempo. Nuevas desilusiones: Erviti sigue en cancha. Erviti la sigue perdiendo infantilmente. Insaurralde la sigue revoleando. Se inaugura una nueva era, en lugar de ser un partido de ‘arco a arco’ el desarrollo del segundo tiempo puede ser descripto como de ‘central a central’ Al chaqueño le sigue quemando la pelota –los delanteros rivales ya ni se gastan en presionarlo- y los backs centrales del equipo bahiense repiten la fórmula. Ninguno de los equipos tiene más de dos o tres jugadores en posición ofensiva en la misma jugada, tampoco realizan más de tres pases seguidos a treinta metros del arco.
De este modo, las posibilidades de gol quedan reducidas a tres opciones A) Que algún defensor estúpido le cometa una infracción estúpida al delantero que está de espaldas intentando frenar la pelota después del rechazo de Insaurralde y de este modo Román la clave de tiro libre; B) Que el zaguero falle y el atacante en una espléndida media vuelta le rompa el arco al arquero rival (famoso ‘gol de otro partido’); C) Que el arquero se patine justo cuando Insaurralde la revolea y la pelota ingrese en el arco (famoso ‘gol de culo’). Muy factiblemente, el partido finalizará 1-0 y la prensa inundará de elogios al equipo ganador titulando frases del estilo ‘sabe a lo que juega’, ‘es inteligente’, ‘es eficaz y supo aprovechar sus oportunidades’, etc. Los elogios serán más contundentes si el equipo ganador es un equipo chico, mientras que se convertirán en glorificaciones si el equipo ganador, además de ser chico, es del interior.
Finalmente, el partido se desvanece en pelotazos que van y vienen, hasta Román falla pases simples y el pitido final dictamina que acabo de pasar los peores noventa minutos de mi fin de semana.
¡Atención! Si Ud. al leer esa última oración pensó “Pudo haber sido peor, podrían haber perdido” Es porque está fuertemente influenciado por la doctrina niembrobilardista. El consejo de este redactor es que deje de ver Fox Sport para siempre.