lunes, 3 de junio de 2013

Apuntes del último tiempo


El Fútbol Que Queda sale del ostracismo para comentar grandes eventos del mundo futbolístico, y otorgarle a su querido lector, una visión alternativa de lo acontecido en el último tiempo.

Lo que Hitler no pudo…

Lo hicieron el Bayern y el Dortmund al invadir Londres y desplegar un fenomenal desfile de guerreros legendarios para mojarles la oreja a los ingleses culorrotos que se quedaron con la sangre en el ojo.
Los que se sumaron a la transmisión emitida por el canal Fox Sports tuvieron que tolerar el discurso pedorro vendepatria del relator de turno, a la altura de “todos esos caretas que se van a Europa y vuelven diciendo ‘porque allá en Europa…’”. Marianito no ahorró elogios para los alemanes que viajaron a Inglaterra sin destrozar las instalaciones y matar inmigrantes y judíos a mansalva, destacó su caballerosidad y deportividad a toda hora; también laudó y glorificó a la organización, a la buena educación europea con sus buenos modales y buenas formas y bla bla bla. Lo que omitió Marianito, o no se percibió en su relato, es si los relatores de fútbol de allá también le pegan a las mujeres como acá, o si son un poco más disciplinados.

Ñuls y ñuls

El conjunto rosarino parece despegarse del torneo doméstico ante los irregulares Lanús y River. Además venció por penales al club de la ribera en los 4tos de final de la copa, y dado que a mi juicio quedan tres equipos medio pelo, es candidato a ser campeón.
Lo que se ignora es quien está más feliz con esta última situación, si los jugadores e hinchas de la lepra o los periodistas ávidos de sangre por saltar al cogote de Bianchi.

Mala leche

Con los últimos partidos de Racing y Boca, se ha verificado lo que muchos venimos afirmando, el staff del periodismo deportivo argentino tiene aproximadamente un 90% de periodistas mala leche.

Fuerza Pacini

El a esta altura ídolo de la casa por trabajar para Fútbol para todos y para el diario La Nación, Fernando Pacini, continúa dando muestras de carácter al impedir el subyugo y sometimiento de su persona frente al obsecuente lameojete de Lázaro Silverman (también conocido como Marcelo Araujo). Lo contradice y le retruca en numerosos accionares del partido, a través de los cuales Marcelito pretende hacer algo así como un simposio de lo que está bien y lo que no está bien en la vida y discursearnos con pelotudeces.
Celebramos y enaltecemos la conducta de Pacini, y nos mantenemos a la espera de que un día de estos, finalmente lo cague a trompadas y patadas en el orto