EFQQ vuelve de sus vacaciones

Luego de una acefalía de 2 semanas provocada por la falta de coordinación de sus editores, El Fútbol Que Queda vuelve con bríos renovados y presenta un breve resumen de los acontecimientos que acontecieron, de los sucesos que sucedieron y de los pasos que pasaron durante su receso:



Real Madrid derrotó en dos ocasiones al Barcelona, y los hinchas blaugranas se preguntan ya por qué Messi no juega como en la Selección. Imaginamos a un Fernando Niembro ebrio de éxtasis y a un Angel Cappa inmerso en el terreno que más conoce, la derrota. Sospechas de inoculación imperial del tumor de Tito Vilanova: el mal nunca descansa.

Victoria millonaria frente a Tigre, con alta dosis de emotividad. También, hay que decirlo, con permisividad arbitral ante los reiterados golpes sufridos por el talentoso Botta. Hay quienes atribuyen parte del mérito de la victoria, no exentos de razón, al nuevo clima que se respira en Núñez merced al cambio de entrenador. Gran comienzo de campeonato para el Chino Luna, con definición llena de sabiduría frente a Belgrano y doblete para verificar la inexorable Ley del Ex.

Caída boquense en Floresta, y más regocijo para el malvado Niembro que observa y dirige desde su inmunda madriguera los ataques contra la noble figura de Bianchi (a quien no obstante se le filtra una cascarrabiez posiblemente hermanada con los años). Lo cierto es que los rendimientos xeneizes han sido hasta el momento bastante flojos, aunque es opinión pero no deseo de este cronista que el retorno de Riquelme y algo más de tiempo de trabajo enderezarán la nave.

Primer entrenador despedido, y tenía todos los números. En una liga signada por la paridad, Argentinos Juniors resalta por lo malo. Siembro la duda: ¿es acaso este equipo individualmente muy inferior a aquel que lograra coronarse campeón? Cosecho: creo que no. Tesis: en el fútbol argentino, las variables más relevantes a la hora de intentar explicar el rendimiento de un equipo no están donde se las suele buscar. Permanecen ocultas a la inteligencia y se esconden, quizás, en los inextricables influjos de los astros.

Suerte dispar de los argentinos a nivel continental, que incluye la recuperación de Boca y Velez tras sendas caídas y el hundimiento de los más discretos Arsenal, Newell´s y Tigre. Intuyo que los destinos de estos cinco representantes seguirán la senda de estas últimas actuaciones.

Resurgimiento rojo, luego de victorias ante El Bastión de la Virtud y la Templanza y también ante el andrajoso Racing. El equipo de Gallego va asomando poco a poco la cabeza y pareciera que, apuntalado también por las flaquezas de sus competidores, comienza a ascender peldaños de la enmarañada y no exenta de acechanzas y dificultades escalera de la Salvación.

¡Gomazo, súbete! Clara victoria sanlorencista ante un River de luctuoso papel. El primer club argentino vicepresidido por un homosexual arrolló, sobre todo anímicamente, al conjunto de un Pelado Díaz que fue expulsado por un árbitro ávido de protagonismo. Su juego "moderno" (a decir verdad, corrieron y corrieron frente a un equipo notoriamente estático y falta de reacción) provocó el goce del relator semita quien, por otro lado, en un inédito arrebato de hondo sentir poético anunciara, a poco de comenzar el encuentro, que el mismo tendría inicio "a la hora de García Lorca".

Nuevo traspié boquense, esta vez como local y frente a un equipo que llevaba 9 meses sin ganar. Como una madre, Unión gestó en su vientre este triunfo que dio a luz tan puntualmente y al que deberá ahora darle de mamar y cambiarle los pañales. Julio Ricardo, a cargo de los comentarios de la transmisión anunció el retorno de un tal Juan Ramón Riquelme y ponderó el trabajo de Sava, haciendo notar que venciendo a la tentación esotérica de invocar brujos, chamanes o pastores supo recurrir al rigor científico de un psicólogo, afirmación esta que hubiese henchido de orgullo el pecho de Freud y puesto de punta los pelos a Popper.

Omnipresencia maradoniana, y es lo que corresponde en el país que debiera cambiar su nombre a "Maradonia". El Diego estuvo en el mítico Bernabeu y en el no menos mítico Old Trafford posiblemente anunciando, en este mismo orden que: Messi es mejor que Pelé, Pelé es mejor que Ronaldo, Ronaldo es mejor que Messi, Messi es mejor que Ronaldo, George Best es mejor que Ronaldo, Ferguson es mejor que Pelé, Juan Pablo II es mejor que Benedicto XVI.