Escuchas, parte I

Recogiendo el guante de la valiente investigación del diario Olé, El Fútbol Que Queda presenta una serie de escuchas telefónicas que constituyen prueba irrefutable de numerosos ilícitos en los cuales se ven involucrados: encumbrados dirigentes del fútbol argentino y mundial, periodistas, funcionarios públicos, futbolistas, entrenadores, miembros de las fuerzas de seguridad, empresarios privados, y también usted, señor.

Escucha 1:
Participan Daniel Passarella (DP), expresidente de River Plate, y el encargado de una pizzería (EP), encargado de una pizzería.

EP: - Pizzería, buenas noches.
DP: - Si, buenas noches, quisiera hacer un pedido
EP: - Dígame su dirección, por favor
DP: - Lo paso a buscar por el local. A nombre de Daniel, por favor
EP: - Perfecto. Dígame.
DP: - Una grande de muzzarella...
EP: - Si...
DP: - Una grande de fugazzetta...
EP: - Si...
DP: - Y dos porciones de fainá.
EP: - Perfecto, ¿algo más?
DP: - Ehhhh... Si, una coca de litro y medio.
EP: - ¿Común o light?
DP: - Light.
EP: - Muy bien, serían 178 pesos. En veinte minutos está.
DP: - Gracias, nos vemos.

Escucha 2:
Participan Marcelo Araujo (MA), relator del pueblo, y Julio Ricardo (JR), demente senil.

JR: - Diga.
MA: - Hola, ¿Julio? Habla Marcelo.
JR: - Número equivocado, aquí no vive ningún Marcelo.
MA: - No, Julio, yo soy Marc... (se corta la comunicación).

Escucha 3:
Participan Héctor Cúper (HC), subcampeón, y Guido Antonini Wilson (AW), valijero. Aquí es muy evidente que hablan en clave.

HC: - La parte que no me gustó del discurso de Obama fue cuando habló del conflicto en Siria. Creo que la política intervencionista es desacertada y anacrónica, más propia de un Bush o de un Gengis Kan.
AW: - En realidad, si nos ponemos a pensar, tu fíjate que siempre las grandes potencias terminan perdiendo sus chocolatines a manos de algún pescado. Le pasó a Napoleón contra el imperio Romano.
HC: - Es verdad, pero hay que estar ahí..
AW: - Irremediablemente. Una vez traté de no estar en ningún lugar, pero no pude. Resultó que estaba en Las Vegas.
HC: - Ciudad natal del gran filósofo Astra Zeneca.
AW: - Tú lo has dicho. El padre del derecho moderno.
HC: - Claro. ¿Qué sería del mundo sin el derecho moderno? Apenas si una montaña de escombros con un cono anaranjado en la cima. ¿Qué seríamos nosotros, humanos, sin el derecho moderlo? Apenas si unos simios danzando en torno a una montaña de escombros con un cono anaranjado en la cima.
AW: - Profundo. Sin embargo, hay que admitir que el derecho moderno tiene sus grietas. Por ese motivo, últimamente estoy trabajando en mi más reciente invención: el derecho posmoderno.
HC: - Los abogados tienen una cosa, no sé muy bien para qué sirve, que se llama "no innovar". Me pregunto, entonces, como logrará el progreso un mundo regido por los abogados, que presiden desde los países hasta los consorcios de los edificios.
AW: - La tecnología podría estancarse. Sería un desastre en caso de, por ejemplo, una invasión alienígena. No tendríamos chances frente a una civilización más avanzada tecnológicamente. No tendríamos chances.
HC: - Tal cual. Por eso siempre digo que la tecnología es importante.
AW: - Es así. Imagínate un dispositivo satelital que pueda ser capaz de captar con nitidez una conversación a 800 mil metros por debajo del agua. Podría despejar definitivamente las dudas sobre la existencia del camarón gigante, acaso el causante del naufragio de la tercera expedición de Cristobal Colón, cuando partió a las Indias en busca de desodorantes de ambiente.
HC: - Un minuto de silencio por el Almirante Colón
(silencio)
AW: - Bueno, Héctor, debo irme a tomar mi caminata matinal. Ya son casi las 7 de la noche y todavía no la tomé.
HC: - Adelante, y no olvides esconder el dinero en los calzoncillos esta vez.

Ampliaremos.