Ahora resulta que la prensa se desgarra las
vestiduras elogiando y ensalzando (anotación in mente: va con ’z’, hubiera creído
que iba con ‘s’ como ‘salsa’) al equipo granate, flamante campeón de la Copa Sudamericana, como si
fuera el Milan de Sacchi.
El ávido e intrépido lector de EFQQ conoce
holgadamente el modus operandi de la prensa, equipo chico que sale campeón o
pelea los primeros puestos se transforma automáticamente en “club modelo”. Los
memoriosos recordamos perfectamente como la institución sabalera esgrimía ese
pergamino hace poco más de un año. Poco después nos enteramos que los jugadores
no cobraban, que la FIFA
le descontó 6 (seis) puntos por falta de pago por la transferencia de un
jugador, y que ahora está en descenso directo.
Pero bueno, la opereta mediática está otra vez
en acción, ahora le toca al modesto equipo granate, que por cierto, me gusta bastante
como juega. El pulpito González es un buen jugador, Somoza es un buen volante
central para un equipo de esa categoría, dos centrales firmes y duros (Goltz e
Izquierdoz), un gran arquero (Marchesín), y fundamentalmente tiene algo
invaluable en el fútbol argentino, dos buenos laterales (Araujo y Maxi Velázquez)
y dos tipos que atacan bien por afuera (Melano y Acosta)
No obstante lo cual, “seamos buenos entre
nosotros”, diría don Horacio Pagani, ser dueño de América, lo que se dice AMERICA
te lo da ganar la Copa Libertadores,
torneo donde se disputan partidos difíciles contra equipos fuertes de todo el
continente, y en especial de Brasil.
Convengamos que Lanús le ganó la final a un
equipo que descendió de categoría en su país, no jugó contra el Mineiro de
Dinho, ni contra el Corinthians de Pato, Paulinho y compañía, etc.
Con esto no queremos desprestigiar el torneo ni
quitarle gloria al club del sur, pero sólo intentamos poner las cosas un poco
en su lugar. De todos modos, lo hecho por el equipo de los Barros Schelotto es
más que meritorio; en efecto, no cualquiera sale campeón con el muerto quitahipo
de Silva de delantero. ¡¿Vieron el gol que se comió en Brasil!? ¡Abajo del arco
estaba! ¡Solo! ¡Qué burro!
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