sábado, 30 de julio de 2011

El fútbol argentino es una mierda

Si. El fútbol argentino es una mierda. ¿Acaso ha sido así siempre? No. Pregunto entonces: ¿Cuándo es que se ha convertido en una mierda? Respondo: Hacia mediados de la década pasada, quizás.

Mierda
No estoy descubriendo nada nuevo. Voces expertas y no tanto han esgrimido distintos argumentos para intentar explicar este fenómeno: malas gestiones estratégicas, escasez de formadores, turbulencias económicas y financieras entre otros. Desde este espacio aventuro una tesis acaso más arriesgada: han sido la globalización y -una de sus consecuencias más funestas- los grandes medios de comunicación importantes responsables de la debacle. Estos últimos han logrado una notoria y marcada influencia en los últimos años y es por ello que pongo a los mediados de la década pasada como los tiempos del génesis de la actual putrefacción.


Centro la justificación de esta tesis en dos fenómenos observables aunque discutibles: la cada vez más temprana migración de los valores de nuestro fútbol por un lado, y la "estupidización" constante y creciente del hincha de fútbol por el otro. 

Los medios de comunicación han fogoneado cuando no directamente producido estos dos acontecimientos, en tanto que las nuevas tecnologías, puestas al alcance de las grandes masas en los últimos años han permitido a estas infames entidades extender y ramificar sus influencias cual tumores por toda la población. Es así que hemos pasado de semanarios y escuetos suplementos deportivos en los diarios de mayor circulación a consumir publicaciones de frecuencia diaria dedicados casi con exclusividad al balompié. Y no conformes con llenar de sandeces las cabezas de sus lectores una sola vez al día, los medios han encontrado en la web una herramienta formidable para hacerlo en forma permanente. Adicionalmente, la televisión por cable nos ha brindado la novedad de contar con canales dedicados a la difusión del deporte más popular en los cuales -al igual que en los mercados financieros actuales- los derivados tienen mayor participación que el producto en sí. Las telecomunicaciones nos muestran en tiempo real los acontecimientos futbolísticos de cualquier punto del globo, que consumimos gustosos sentados frente a la caja boba sintonizando las señales ya mencionadas.

Diario de mierda
Ahora bien, intentando no irme por las ramas, intentaré explicar cómo creo que estos engendros han sido causa necesaria de los fenómenos que he mencionado.

En primer lugar: el vaciamiento de nuestro fútbol. Ya ha sido harto mencionado que la tradicional "carrera" de los jugadores exitosos (simplificando: club chico, club grande, club europeo de cierta trascendencia) se ha abreviado, que ya la vidriera de los clubes grandes no es tal, que los clubes chicos venden a sus valores directamente al mercado exterior, etcétera. Esto, que algunos eruditos señalan como un hecho positivo, no ha hecho más que provocar un proceso análogo a la "fuga de cerebros", menguando notoriamente el nivel del fútbol vernáculo y nivelando clara y pronunciadamente hacia abajo la calidad de los equipos que disputan los campeonatos. Y los medios globalizados han sido los grandes facilitadores. ¿Cómo? En primer lugar, poniendo al fútbol argentino todo a disposición del mundo entero. De esta manera han convertido a todos los clubes de primera división en una vidriera gigante, en la que se muestra absolutamente todo y no sólo lo que verdaderamente se destaca del resto. Por otro lado, actúa el efecto magnificador que estos medios poseen al lograr la "publicación permanente" que se mencionó más arriba. Para ser considerado un futbolista destacado y apto para la exportación ya no es necesario desempeñarse en un nivel alto con constancia y en diversos escenarios, sino que basta un puñado de partidos, cuando no uno solo contra un rival ilustre.
Pero la ampliación de la base de oferentes ha tenido también su correlato del lado de la demanda: cada vez son más los futbolistas que atraídos por montañas de divisas prestan sus servicios a equipos de tercer o cuarto nivel de ligas importantes, o directamente a ligas de tercer o cuarto nivel. ¿Cómo terminan sus historias? Generalmente fracasan y vuelven al lugar del cual nunca debieron haberse ido, con la billetera llena pero con el prestigio lesionado, para intentar comenzar de cero.

Hinchas estúpidos
En segundo lugar, se mencionó la "estupidización" del hincha argentino promedio. El fenómeno de la información permanente y de los medios dedicados ha producido un efecto evidente: la necesidad de llenar páginas, bytes u horas de televisión con información ha llevado a considerar como tal a cuestiones totalmente accesorias cuando no intrascendentes, perdiendo de vista lo principal. El análisis de coyuntura lo es todo. La victoria de un equipo en una fecha lo es todo, porque será ensalzado hasta el cansancio durante horas y páginas enteras, hasta que una semana después ese mismo equipo sea derrotado y las alabanzas cantadas por los aduladores de turno se convierten en cuestionamientos y críticas tan feroces como poco fundamentadas. Esta característica de la comunicación de nuestros tiempos ha desterrado del menú de la opinión pública el análisis fundamental, las causas, el cómo, los medios que se emplean para un fin.
Otro tipo de hinchas estúpidos
La capacidad analítica del hincha de fútbol consumidor de medios es nula. El hincha se ha radicalizado, se ha vuelto más intolerante, mas sectario y exige resultados AHORA. Claro, no puede entender (no sólo nadie se lo dice, sino que generalmente le dicen lo opuesto) que lo que ocurre AHORA es consecuencia de todo lo que se ha hecho hasta AHORA. Se ha vuelto un ser completamente primitivo y sin uso de razón ni inteligencia, alentado por otros seres completamente primitivos y sin uso de razón ni inteligencia llamados "periodistas deportivos", que proliferan como consecuencia del sistema que se ha descrito. Importa sólo el resultado porque resulta mucho más sencillo y al alcance de este estúpido analizar un resultado, un simple par de números, que las factores que han hecho que el resultado fuera ese y no otro.

Este execrable sistema ha convertido al fútbol en una cuestión de vida o muerte, le ha dado una importancia que no se merece. Aquí, sin embargo, estamos nosotros. Desde este espacio intentaremos aprovechar las mismas herramientas que tiene el enemigo para intentar, como tantos otros, dar batalla. Intentaremos censurar las estupideces, las ventas masivas de humo. Intentaremos no comprar basura. Queremos volver a disfrutar de fútbol y no padecer esta bazofia. Aplaudiremos el talento y el juego en equipo, y reprobaremos a los que tiran la pelota a la tribuna. Intentaremos, como mencionamos en el encabezado, que el fútbol deje de ser una mierda

1 comentario:

  1. coincido, pero también es una mierda por la corrupción q parte de la AFA y de los clubes,
    por la farandulización de este "deporte" y por la falta de "maestros" q les enseñen a los pibes cómo parar una pelota. algunos son tan burros q no parecen jugadores profesionales.

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