miércoles, 13 de febrero de 2013

Times new Roman (*)


Volvió el 10, el genio supremo, aquel que ve y ejecuta el fútbol de otra manera, el máximo ídolo de la historia xeneize. 

Lo escribo, lo leo y las palabras que nos ofrece la Real Academia Española no alcanzan para describir y contemplar semejante grandeza. Ya lo hemos laudado y adorado en este espacio, no una sino dos veces al momento de su adiós (ver aquí y aquí), con la esperanza de volver a verlo con la azul y lo oro.
Volvió para seguir escribiendo la rica historia del club de sus amores, para salir campeón. Por más que Obama no se haya ocupado del caso, el diez volvió a jugar a la pelota y volvió a La Boca, o qué se pensaron ¿Que iba a jugar en otro club? Difícil, un hombre extraordinario por donde se lo mire, solamente vistió tres camisetas (Boca, Barça y Villareal), algo impensado en los vertiginosos tiempos que corren; hincha del club como los que están del otro lado de la línea de cal, si vuelve es para ponerse la de Boca.
Pero esta vez no nos vamos a ocupar de los contras de turno, sino que vamos a festejar su vuelta, vamos a disfrutar de la belleza de su juego, de cómo dirige la orquesta, de cómo hace brillar a los solistas, de como socorre con hidalguía un estilo de juego desterrado por estos tiempos, que no sólo es efectivo sino también estético.
Porque el fútbol nos gusta por lo estético, ya que si fuera solamente sportivo ganar siempre a cualquier precio, nos daría lo mismo respirar fútbol que asistir a un partido de bochas (siempre y cuando ganáramos). Por su parte, lo marginal hoy día, lo que queda del fútbol, que es lo que el futbol que queda quiere rescatar, es el deleite por lo bello, por el buen juego, por el pase al pie, por el armado de la jugada, por la buena pegada, la pisada, la gambeta, el cañoeltacoylarabona. Y Román es un gran intérprete de ese sentir (y por supuesto es de Boca, que sino su vuelta me importaría, pero bastante menos). Por ello, ¡Salud compañeros! el diez ha vuelto, a disfrutar.



 (*) La idea del título fue del otro columnista de EFQQ,,al que le hubiera gustado tanto utilizar esa maravillosa idea como que Román jugara con la banda roja en el pecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario